Por revistaeyn.com
La Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés), miembro del Grupo Banco Mundial, anunció el lanzamiento de la Iniciativa Silver Economy (Economía Plateada), un esfuerzo pionero dirigido a crear y desarrollar un mercado para productos y servicios financieros innovadores adaptados a la población de más de 50 años en América Latina y el Caribe.
La iniciativa busca fomentar el crecimiento inclusivo ayudando a las instituciones financieras a servir mejor a este segmento demográfico en rápido crecimiento.
“Este rápido cambio demográfico en la región presenta tanto desafíos significativos como oportunidades,” dijo Liliana Pozzo, Gerente de Asesoría en Finanzas Sostenibles para América Latina, el Caribe y Europa de IFC.
Como parte de la Iniciativa de la Economía Plateada, IFC proporcionará servicios de asesoría dirigidos a las instituciones financieras, permitiéndoles diseñar modelos de negocio y propuestas de valor que aborden específicamente las necesidades de las personas mayores.
ESPERANZA DE VIDA
La esperanza de vida en la región ha aumentado significativamente: de 48,6 años en 1950 a 75,1 años en 2019, y se proyecta que alcanzará los 77,2 años para 2030, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Además, las tasas de fecundidad han caído drásticamente, de casi seis nacimientos por mujer en 1960 a poco más de dos en los últimos años, lo que ha contribuido al aumento de la proporción de personas mayores en la población.
A partir de 2022, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) informó que 88,6 millones de personas de 60 años o más residen en la región, lo que representa el 13,4 % de la población total. Se espera que esta cifra aumente al 25,1 % para 2050, lo que equivaldrá a 193 millones de personas.
La Iniciativa de la Economía Plateada también destaca la importancia de incorporar una perspectiva de género en la atención a ese segmento de la población. Las mujeres, que en general viven más que los hombres, enfrentan desafíos peculiares que afectan significativamente su bienestar financiero en la vejez.
Estos desafíos incluyen el acceso limitado a productos financieros, seguros y pensiones adaptados a sus necesidades, especialmente debido a su representación desproporcionada en el sector informal. Además, las mujeres suelen ganar salarios más bajos a lo largo de sus carreras, lo que se traduce en menores ingresos de pensión al jubilarse.
El creciente número de personas mayores en América Latina y el Caribe subraya su impacto económico. Sin embargo, persisten desafíos debido a la falta de datos específicos del mercado sobre este segmento, lo que dificulta el desarrollo de propuestas financieras adaptadas.
