Por revistaeyn.com
Fitch Ratings no prevé implicaciones crediticias inmediatas para los emisores corporativos estadounidenses a partir de las elecciones presidenciales de noviembre de 2024, a pesar de la naturaleza de amplio alcance de la política federal.
Las acciones de calificación debidas directamente a cambios en la política federal son raras.
Sin embargo, los cambios significativos en las políticas climáticas y sociales podrían tener efectos a largo plazo, especialmente para los sectores del automóvil, la energía, la sanidad y los servicios públicos.
"Creemos que los perfiles crediticios corporativos bajo una Casa Blanca de Trump se verían más afectados por el proteccionismo comercial, las presiones fiscales persistentes, el retroceso de la política climática y la reforma de la política social", dice la agencia Fitch Ratings.
EFECTO TRUMP
La geopolítica y la política exterior, la desregulación financiera y la privatización, y la inmigración restrictiva también afectan al crédito corporativo de los Estados Unidos, pero generalmente indirectamente, en lugar de a través de la aplicación directa de la política.
"Una elección de "ola roja", en la que los republicanos obtengan el control de la Casa Blanca y de ambas cámaras del Congreso, tendría la mayor probabilidad de revisiones materiales de las políticas existentes sobre estos asuntos", indica el reporte.
Todos los sectores corporativos están expuestos, en mayor o menor medida, a los cambios en las administraciones presidenciales y al equilibrio de poder en el Congreso.
El gobierno federal controla cuestiones de gran alcance como las tasas de impuestos corporativos y la política antimonopolio. Las políticas y regulaciones federales pueden influir drásticamente en la capacidad de algunos sectores para generar ganancias y flujo de efectivo, lo que en última instancia afecta las valoraciones de los activos y las decisiones de despliegue de capital.
Sin embargo, la aprobación e implementación de nueva legislación es un proceso largo. Esto da tiempo a las empresas para ajustar sus modelos de negocio y mitigar los efectos de los resultados negativos de las políticas en sus perfiles financieros.
