Por revistaeyn.com
Una empresa más en quiebra. La marca Tupperware enfrenta serios desafíos financieros y de relevancia, por lo que la empresa se declara en bancarrota.
La decisión llega al cabo de varios años de dificultades y de esfuerzos por reactivar el negocio en medio de una demanda decreciente, informó la agencia Bloomberg.
La directora ejecutiva de la compañía, Laurie Ann Goldman, dijo a medios estadounidenses, en los últimos años la posición financiera se ha visto gravemente afectada por el desafiante entorno macroeconómico.
La empresa busca la aprobación del tribunal para facilitar un proceso de venta del negocio y continuar operando durante procedimientos de quiebra.
En América del Norte, competidores como OXO, Pyrex y Rubbermaid capturaron la atención de los consumidores con productos que destacan por su estética moderna y precios competitivos, ofreciendo alternativas en plástico duro o vidrio y sistemas de sellado más efectivos.
La icónica marca reportó una continua disminución en sus ventas y recientemente advirtió a los reguladores financieros sobre su dificultad para presentar su informe anual a tiempo, citando una “condición financiera desafiante”.
Las acciones de Tupperware caían el lunes 16 de septiembre de 2024 un 57,5%, a US$ 51, para ampliar la pérdida de valor a un 98,8% desde su máximo histórico del 17 de enero de 2014. La cotización de las mismas fue suspendida en Wall Street.
Los preparativos para la quiebra siguen a prolongadas negociaciones entre Tupperware y sus prestamistas sobre cómo gestionar más de US$700 millones en deuda, según el informe.
Tupperware lidia desde hace años con varios cientos de millones de dólares de deuda y ya reestructuró una vez su pasivo, en 2020.
Según apuntan varios medios, Tupperware presenta activos de entre 500 millones y 1.000 millones de dólares y pasivos de 1.000 a 10.000 millones de dólares.
LA HISTORIA DE TUPPERWARE
Fue fundada en 1946 por el químico Earl Tupper, quien fue el pionero en el desarrollo de estos recipientes de almacenamiento de alimentos herméticos y reutilizables.
Los contenedores, en sus inicios innovadores y herméticos, se convirtieron en sinónimo de eficacia doméstica.
Su popularidad se disparó en la década de 1950, cuando las mujeres de la generación de la posguerra celebraron "fiestas Tupperware" en sus casas para vender contenedores de almacenamiento de alimentos, mientras buscaban empoderamiento e independencia.
Una década después de iniciar su actividad en Estados Unidos, Tupperware se expandió a Europa y a mediados de los años 60 ya tenía presencia en seis países europeos, y luego dio el salto al mercado latinoamericano y al asiático.
Los productos fabricados antes de 2010 contenían BPA, un químico asociado con diversos problemas de salud, lo que ha provocado un giro en las preferencias hacia materiales percibidos como más seguros y estéticamente agradables.
