Por revistaeyn.com
Los sistemas bancarios de América Latina enfrentan diversos niveles de riesgo por los impactos ambientales y económicos de El Niño y otros eventos similares relacionados con el clima que podrían conducir a un menor crecimiento del crédito, mayores préstamos morosos y menores ganancias operativas para los bancos en los sectores y áreas geográficas afectados, dice Fitch Rating.
Si bien los eventos relacionados con el clima pueden presionar a los bancos más pequeños, menos capitalizados o altamente concentrados, es poco probable que las calificaciones se vean directamente afectadas, a menos que los impactos en la producción económica sean claramente visibles y suficientes para influir en las métricas crediticias y los perfiles financieros de los bancos de la región, señala la agencia.
En Centroamérica y la región andina, El Niño ha traído escasez de agua y sequías que han afectado negativamente la producción de granos básicos, junto con altas temperaturas e incendios forestales.
"El mayor riesgo para los bancos de El Niño es el efecto general negativo en la economía, más que las pérdidas derivadas de un aumento de los préstamos dudosos en un sector determinado. La desaceleración del crecimiento económico tiene un efecto en cascada, disminuyendo la demanda de crédito y el consumo, reduciendo el volumen de negocios de los bancos", indica Fitch.
También puede reducir la capacidad de reembolso de los prestatarios, lo que se traduce en un aumento de los costes de la morosidad y del crédito y de una menor rentabilidad. Esto último es especialmente preocupante para las entidades con mayores exposiciones relativas a sectores y/o geografías que podrían ser más vulnerables a perturbaciones repentinas relacionadas con el clima.
La calidad de los activos ha sido resiliente, con préstamos dudosos que oscilan entre el 2 % y el 4 %, que no se espera que se vean afectados por los fenómenos climáticos. Esperan que los préstamos dudosos se estabilicen o muestren una mejora interanual moderada en 2024, con un menor gasto en provisiones tras un 2023 difícil.
"Los sistemas bancarios de la región cuentan con un amplio capital y colchones de absorción de pérdidas más amplios, como reservas para absorber las pérdidas esperadas y un cierto nivel de pérdidas inesperadas; sin embargo, una tasa de morosidad cercana al 6 % o superior podría tener implicaciones para las ganancias o el capital", añade la agencia.
Las pruebas de estrés bancario de Fitch indican que los bancos de la región probablemente tengan suficientes provisiones y capital para soportar un escenario de tensiones severas. La capitalización es ligeramente superior a los niveles previos a la pandemia, por lo que creemos que los sistemas bancarios y la mayoría de los bancos individuales tienen una sólida capacidad para absorber pérdidas inesperadas.
Los deudores más afectados por estos eventos climáticos son las pequeñas y medianas empresas (pymes), ya que los ingresos se concentran y la capacidad de generación de ingresos se ve afectada más directamente, lo que lleva a menores ganancias o pérdidas operativas, con el segmento de consumo también afectado. Los efectos de El Niño pueden reducir la capacidad de generación de ingresos y de reembolso de los deudores corporativos y las grandes empresas, pero estas empresas tienen una mayor resiliencia financiera frente a shocks adversos.
Hasta el momento, El Niño no ha provocado un deterioro marcado de la calidad crediticia de los bancos de la región. El clima podría generar mayores préstamos fallidos en los sectores más afectados, como la agricultura, la minería y la energía, donde las pymes ven menores ganancias o pérdidas.
