Instituciones

Confianza 2024: Mejores índices para el empresariado en la sociedad

En esta medición de Confianza que involucra a públicos especializados y tomadores de decisión, los resultados para empresas y líderes empresariales superaron a los de otras instituciones en Centroamérica y, además, crecieron con respecto a 2023.

2024-10-03

Por Norma Lezcano y DATOS Group

Las instituciones son el marco estructural sobre el cual se construye y organiza una sociedad. El nivel de confianza que ellas inspiran fortalece los lazos entre los ciudadanos y sus líderes, referentes y representantes, facilitando la cohesión social y un crecimiento sustentable.

Por ello, la medición de Confianza en las Instituciones es un capítulo relevante del estudio “Reputación en Centroamérica 2024: El Valor de la Confianza”, realizado por Datos Group y PIZZOLANTE.

Sobre un total de 13 tipos de organizaciones investigados, en esta edición, las empresas privadas destacan como las instituciones que inspiran mayor confianza, superando el 40 % en la percepción del grupo entrevistado.

El resultado (44,1 %) es consistente con lo registrado en 2023 (41,5 %) y confirma la distancia que existe entre las organizaciones empresariales y el resto de las instituciones, incluso respecto de las universidades, que ocupan el segundo lugar.

“Esta preferencia por el sector privado refleja una tendencia regional hacia la valoración de la eficiencia y la solidez que a menudo se asocia con la gestión empresarial”, explican los expertos de Datos Group.

Construir puentes en tiempos de incertidumbre

En contraste, las universidades, aunque reconocidas por su contribución al desarrollo del conocimiento y la formación profesional, presentan un nivel de confianza significativamente menor: apenas el 12,6% (que implicó, no obstante, una mejora respecto del 9,0% que obtuvieron el año pasado).

“Este dato sugiere la existencia de oportunidades para que las instituciones educativas fortalezcan su relación con la sociedad y mejoren su imagen como pilares de confiabilidad”, advierten los investigadores.

Una lectura general de los resultados muestra otro dato, tan relevante como inquietante. En el tercer lugar –con un porcentaje del 12,3%– se ubicó la opción que refiere desconfianza hacia cualquier institución, esto marca un desencanto generalizado o una percepción de desconexión entre las instituciones y las necesidades de los ciudadanos.

Esta apatía respecto del conjunto de las organizaciones supera al nivel de confianza que inspira la Iglesia Católica, la que con 10,7% se ubica en cuarto lugar.

Es notoria la pérdida de confianza que, en general, están sufriendo las congregaciones religiosas: la Católica perdió 5,9 puntos respecto del año pasado, y las Iglesias Evangélicas 1,3 puntos (pasaron del 5,9% en 2023 a 4,6% en 2024). Otro dato significativo que surge de la lectura comparada de la información es el que muestran las Organizaciones No Gubernamentales (ONG´s), ubicadas en el quinto lugar con un nivel de confianza de 5,7%.

Las ONG’s superan a las instituciones del Gobierno, con foco en el Poder Ejecutivo, que reúnen el 3,2% (con una leve suba respecto del año anterior, cuando obtuvieron el 1,4%).También vale destacar que la audiencia consultada siente un mayor nivel de confianza por los Medios de Comunicación (2,3%) que por el Sistema Judicial (0,9%).

LUPA SOBRE CADA PAÍS

Al analizarse los resultados por país, se observa que en Guatemala, la confianza en las empresas privadas lidera con un aproximado del 60%, seguido por la Iglesia Católica.

En Honduras y Panamá, las empresas también gozan de una alta confianza, siendo la principal institución de ambos países, con un porcentaje que supera el 40%. Para los hondureños encuestados, las universidades destacan en segundo lugar, y para los panameños se aprecia una combinación entre la Iglesia Católica y las ONG’s como las instituciones de mayor confiabilidad después de las empresas privadas.

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Por su lado, Costa Rica y El Salvador presentan niveles de confianza en las empresas privadas inferiores al 40%, pero aun así, estas se mantienen como las instituciones más confiables en ambos países. Este panorama sugiere que, a pesar de las variaciones regionales, las empresas privadas constituyen un pilar fundamental de confianza en la región.

FOCO EN LOS LIDERAZGOS

Como un correlato del vínculo existente entre sociedad y empresa, se observa una clara preeminencia de la confianza que inspiran los referentes de estas organizaciones.

En efecto, la confianza depositada en los líderes empresariales sobresale con un impresionante 68,8%. Por otro lado, existe una distribución variada de confianza en otros líderes, con un 13% de los encuestados que no confían en ninguno, seguido por líderes religiosos y universitarios, con 7% y 5% respectivamente.

“Estos datos sugieren que, mientras los empresarios son vistos como pilares de confiabilidad, hay una diversidad de opiniones sobre otros líderes, lo que refleja la complejidad del tejido social y la estructura de poder en Centroamérica”, explican desde Datos Group.

Si se analiza el mapa de la confianza que inspiran los líderes empresariales, por país, se observa una alta estima, particularmente en Guatemala, donde alcanzan un 79%.

Aunque El Salvador muestra la cifra más baja, con un 59,2%, y es el único país de la región que arroja una variación negativa, de 2,8 puntos porcentuales con respecto a la edición del año pasado.

Cuando se analizan los resultados considerando el tipo de propiedad de las empresas (familiares y no familiares), se observa que la confianza que inspiran ambas categorías es bastante equitativa, con un ligero predominio de las empresas familiares (47,2%) versus las empresas no familiares (45,2%), mientras un 7,6% manifestó no preferir a ninguna.

Al examinar los datos por países, encontramos algunas variaciones. Honduras mantiene comportamiento similar a la región, con una relación 50% empresas familiares, 43% empresas no familiares.

En la medición 2023 se apreciaban niveles de confianza más marcados hacia las empresas no familiares (60%) respecto de las familiares (40%), aunque esta pregunta no es completamente comparable a la edición actual puesto que el año pasado los encuestados no tenían la opción de marcar ninguna.

Guatemala, por su parte, muestra una brecha más marcada entre estas dos categorías, con 67% de confianza para las empresas familiares y 58% para las no familiares.Por su parte, Costa Rica, Panamá y El Salvador tienen una visión opuesta, pues se inclinan a confiar más en empresas no familiares: en Costa Rica los guarismos dan 58% vs 32%; en Panamá, 53% vs 38% y en El Salvador, 52% vs 38%.

Si se toma en cuenta el grado de globalización de las empresas, se comprueba que aquellas que tienen una presencia extrarregional tienden a generar una mayor confianza entre los entrevistados en Centroamérica, con un 45% de la percepción general de confianza, en comparación con el 32% para las empresas regionales y el 19% para las nacionales. Esta tendencia se ha mantenido estable desde 2023, lo que sugiere una consistencia en la percepción.

En Costa Rica, las empresas nacionales están por debajo de las globales en términos de confianza, con un 34% frente a un 46%, respectivamente. Guatemala y El Salvador muestran patrones similares, con niveles de confianza en empresas globales y regionales muy cercanos. Por otro lado, Panamá presenta una situación única donde las empresas regionales superan a las globales, con un 44% de confianza frente a un 34%. Honduras, por su parte mantiene un patrón similar al de Centroamérica.

IMPACTO SOCIAL

Dada la complejidad de los tiempos que se transitan, la medición de la confianza en las instituciones se convierte en una herramienta fundamental para la construcción de estrategias privadas y de políticas públicas que enlacen en proyectos comunes de desarrollo de la sociedad. Ello cobra más relevancia aún cuando se vive una realidad de “post-verdad” dominada por la desinformación y la polarización. “El Foro Económico Mundial en Davos, este año, decidió que el hilo conductor de todas las reuniones tenía que ver con reconstruir la confianza. ¿Por qué? Porque el principal riesgo global en los próximos dos años será la desinformación”, explica Luis Maturen, CEO de Datos Group.

“Cuando existe desinformación, generar o tener confianza es un elemento fundamental porque las personas toman decisiones basadas en quién confían, sean empresas, líderes, marcas u otras instituciones. Por lo cual, es importante seguir ahondando en la confianza”.

Como decía Francis Fukuyama, la confianza es un “lubricante social” que permite que las personas colaboren de manera más efectiva en su comunidad. Sin dudas, las instituciones fuertes y confiables son un reflejo de la capacidad de la sociedad para actuar colectivamente y, por lo tanto, un ingrediente esencial para la cohesión social.

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