Cuatro meses después de una contundente victoria en las elecciones legislativas que le dio el control de la Asamblea Nacional, el triunfo de la oposición venezolana parece vacío. Aunque el presidente Nicolás Maduro reconoció los resultados, desde entonces ha socavado el poder de la Asamblea Nacional, el principal cuerpo legislativo del país. Desde enero, cuando los nuevos legisladores tomaron posesión, Maduro ha ido minando su poder, despojándolos de sus facultades de supervisión de la política económica del gobierno. Los ministros faltaron a audiencias convocadas para tratar la corrupción y la crisis económica del país. A través de sus aliados en el Tribunal Supremo, el presidente ha bloqueado los proyectos de ley de la oposición, incluyendo medidas que no son controvertidas, como los subsidios de alimentos para ancianos.
(Fuente: WSJ)
