Por Norma Lezcano - revistaeyn.com
Los equipos deben actuar con agilidad, navegando el cambio con los menores márgenes de error posible. ¿Cómo hacer para que, en ese contexto, surjan las mejores ideas? La lluvia de ideas o “brainstorming” es una vieja y ampliamente conocida herramienta para movilizar la creatividad de los equipos.
A estas alturas, no es su existencia lo relevante, sino la mejor manera de aplicar su propuesta para evitar que se diluya o debilite su impacto.
Frente a un proyecto desafiante, lo primero que surge en el equipo es el llamado a hacer una “lluvia de ideas”. En ese preciso momento es cuando la ineficacia comienza a hacerse presente por no aplicarse una adecuada gestión de las preguntas correctas que deben hacerse para que las ideas fluyan libremente, pero abordando todas las perspectivas posibles.
En la siguiente pieza interactiva, proponemos 6 niveles de preguntas que permitirán a cualquier líder administrar la creatividad del brainstorming, en un escenario controlado.
COMPLEMENTO DEL BRAINSTORMING
Un buen complemento de la “lluvia de ideas” o “brainstorming” es la técnica del “brainwriting”. ¿De qué se trata?
El brainwriting propone que cada participante en un ejercicio de brainstorming escriba sus propuestas, las vuelque al papel.
¿Para qué hacerlo así? Se reduce la presión social o inhibición que provoca el manifestarlas de modo oral; fomenta la participación equitativa y da lugar a una mayor reflexión.
5 Beneficios de aplicar la técnica del brainwriting:
1. Creación de un ambiente inclusivo y relajado. Al no depender de la rapidez para hablar o defender ideas frente a un grupo, el brainwriting permite que todos los miembros participen sin interrupciones, dando espacio a los más introvertidos o reflexivos.
2. Estructuración clara del proceso: Organiza varias rondas de escritura (por ejemplo, 3-5 minutos por ronda), donde cada participante anote sus ideas. Luego, los papeles o ideas digitales se rotan entre los miembros para que puedan añadir nuevas ideas o expandir las existentes.
3. Fomento de la colaboración secuencial. Después de cada ronda, se permite que los participantes lean las ideas escritas por otros y agreguen nuevas perspectivas o perfeccionen las que ya están. Esto crea una dinámica de mejora continua sin presiones inmediatas.
4. Concentración individual. Al enfocarse en la escritura y no en la discusión inmediata, los participantes pueden pensar de manera más profunda y analítica sobre sus ideas, evitando distracciones o influencias de opiniones dominantes en el grupo
.5. Documentación automática. Las ideas generadas quedan registradas desde el primer momento, lo que facilita su revisión y análisis posterior. Esta documentación escrita es un gran recurso para evaluar todas las propuestas y seleccionar las mejores para el proyecto.
