El alto costo de la gasolina es el tema que más preocupa a los costarricenses, incluso, por encima de las elecciones presidenciales en segunda ronda, reveló ayer (23.03.2022) la encuesta del Centro de Investigación y Estudios Políticos de la Universidad de Costa Rica (CIEP UCR).
Y es que el aumento de los hidrocarburos es considerado el tema prioritario para el 34,6% de los electores, mientras que para el 20,8% de los nacionales, lo más importante es definir quién será el nuevo presidente de Costa Rica.
La elección en segunda ronda será el domingo 3 de abril y en ella podrán participar 3,5 millones de votantes.
La preocupación de los ticos por el alto costo de la gasolina se debe a que el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, genera una mayor presión sobre el mercado internacional del crudo y con ello, aumentan los precios de este bien.
Precisamente, Recope ya solicitó un alza de ¢121 (US$0.19) para el diésel, ¢85 (US$0.13) para la regular y ¢87 (US$0.13) para el litro de súper.
Si las elecciones fueran este domingo, Costa Rica tendría un cierre de infarto para conocer al nuevo presidente, ya que en estos momentos hay un empate técnico, según el CIEP-UCR.
A una semana y media de los comicios generales en segunda ronda -y sin haberse realizado los últimos debates presidenciales, Rodrigo Chaves de Progreso Social obtiene el apoyo del 43,5% de los electores, frente a José María Figueres del PLN que conseguiría 38,1% de respaldo electoral.
Se considera un empate técnico porque el margen de error de 3,1 puntos porcentuales, permitiría a Figueres emparejar la contienda si se considera que alcanzaría como máximo un respaldo del 41,8% del electorado, a la vez que Chaves tendría un mínimo de votación de 39,5%, según explicaron los investigadores.
A inicios de marzo, la UCR determinó que Chaves contaba con el apoyo del 46,5% de los electores, mientras que Figueres obtenía el 35,9% del apoyo.
La nueva encuesta se da a conocer en medio de dimes y diretes por parte de los candidatos.
Esta semana, Chaves acusó a Figueres de promover una campaña sucia por desesperación, en donde se viralizan videos relacionados con el suicidio. Sin embargo, el PLN negó cualquier participación en la elaboración de este video.
