Detener violencia criminal, meta crítica de El Salvador

'El conflicto que hoy nos desafía es la criminalidad generada por el narcotráfico, su conexión con las pandillas y la extorsión', enfatizó el mandatario durante un acto conmemorativo de la firma de los acuerdos de paz que pusieron fin a la guerra civil salvadoreña (1980-2012).

'Todos juntos vamos a derrotar la delincuencia (...) vamos a recuperar la paz para este país', añadió.

El acto, presidido por Sánchez Cerén y Ban Ki-moon, reunió a unas 7.000 personas en la capital salvadoreña.

Allí, el secretario de la ONU lamentó que el 40% de los asesinatos en El Salvador 'se cometen contra niños y jóvenes'.

Denunció además la violencia sexual contra mujeres y niñas, la exclusión social y la falta de oportunidades que impiden que muchos salvadoreños 'cosechen plenamente los beneficios que trae la paz'.

A pesar de los problemas a los que se enfrenta el país, Ban Ki-moon celebró el ejemplar proceso de transición que ha vivido el país tras la guerra civil de 12 años, que dejó 75.000 muertos, más de 7.000 desaparecidos y pérdidas millonarias.

'La paz es valiosa, la paz es posible. Ese es el mensaje de El Salvador al mundo, ese es el legado a la humanidad: Gracias El Salvador', expresó el secretario de la ONU.

El 16 de enero de 1992, con la mediación de la ONU, el gobierno del expresidente Alfredo Cristiani(1989-1994) y la entonces guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, izquierda) firmaron los acuerdos de de paz que pusieron fin a la guerra.

El hoy presidente Sánchez Cerén, un excomandante guerrillero de 70 años, fue uno de los firmantes.

Con acuerdos de paz se instauró la democracia, producto de la reforma de la Constitución y del sistema electoral, además el ejército se sometió al poder civil y se creó una nueva Policía y la Procuraduría de Derechos Humanos.

Pero, El Salvador todavía afronta agudos problemas. Entre ellos una pobreza que alcanza al 35% de los 6,3 millones de habitantes y una gran tasa de violencia criminal que dejó 3.942 homicidios en 2014, una tasa de 68,6 por cada 100.000 habitantes.