Por Claudia Rosales Modenessi- Economista, autora, mentora y coach*
El evento Mujeres Desafiantes 2024, organizado por Estrategia y Negocios y Agexport, cumplió su promesa de valor, consolidándose como un evento sobre liderazgo femenino de muy alto nivel.
Fue verdaderamente inspirador. Consiguió la mezcla perfecta de temas y de modelos de rol tan importantes para las jóvenes empresarias, emprendedoras y ejecutivas que asistieron.
Más de seiscientas profesionales tuvieron la oportunidad de escuchar a líderes del sector empresarial, CEO, fundadoras de empresas exitosas y gerentes de primera línea, con sólida formación académica, auténticas y sobre todo muy humildes.
Del pan fresco que llega a nuestra mesa, al videojuego innovador, de los productos eficientemente transportados a los textiles mayas puestos en valor, el objetivo es el mismo, servir una demanda desatendida, de manera eficiente e innovadora, pero el gran hilo conductor fue LA PASIÓN.
Desde el punto de vista corporativo, casi todos los temas importantes para disminuir la brecha laboral fueron discutidos, presentando diferentes estrategias para impulsar la evolución de roles de liderazgo.
Desde las políticas internas para promover la igualdad de género, pasando por el impulso del cambio en la cultura organizacional, hasta la implementación de programas con lente de género que faciliten la retención del talento femenino y coadyuben a la conciliación de la vida familiar y laboral (work-life balance); la amplitud de información fue exhaustiva.
Si bien estas estrategias son decisiones de negocio, que sopesan muchos factores, se sabe que cada día más la presión de los inversionistas, clientes y empleados, por tener un mundo con igualdad de oportunidades, aumenta.
Es difícil pensar que alguien dude del aporte femenino en la creación de riqueza, sin embargo, me llamó la atención varios comentarios que a la hora de hablar del SER hicieron algunas panelistas: “el principal enemigo somos nosotras mismas” refiriéndose al momento de decidir perseguir los sueños y conseguir apoyo para lograrlo y salió a relucir el muy de moda Síndrome del Impostor (al que le dedicaré un artículo en breve), confirmando lo que escucho en muchas de mis sesiones con ejecutivas y la necesidad de desarrollar el autoliderazgo: “Muchas veces el techo de cristal está en la mente” ¡me encantó esa frase!
Las conclusiones de las ponentes coincidieron en la importancia del equilibrio en su vida y del apoyo ya sea de sus esposos, hijos y/o padres que ha sido clave para poder gestionar sus roles.
Fue un evento inspirador con el cierre de oro de la campeona olímpica guatemalteca Adriana Ruano quien nos dio un ejemplo de perseverancia, disciplina, constancia, pero sobre todo de humildad, coincidiendo como todas las grandes mujeres que compartieron sus historias en encontrar ese poder que te mueve, esa pasión que lidera el cambio en las sociedades. ¡Bravo!
*Claudia se formó como economista y tiene un máster en Administración de Empresas. Es, además, coach ejecutivo, conferencista, profesora universitaria y mentora certificada. Actualmente se desempeña como directora ejecutiva del Antigua Forum, de la Universidad Francisco Marroquín.
También es experta en dirección de instituciones de desarrollo económico y social. Del 2022 al 2024 fue directora de país de MEDA (Canadá), liderando el programa Women´s Empowerment for Central America —WE4CA— para Global Affairs Canada, GAC.
Ha sido directora ejecutiva de organizaciones del sector privado, dedicadas al desarrollo social y económico, como la Fundación para el Desarrollo Económico y Social de Guatemala (FUNDESA) y la Fundación Patrimonio Cultural y Natural Maya (PACUNAM).
