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Fitch: Siguen existiendo obstáculos significativos para el financiamiento del FMI a El Salvador

Sin el FMI u otro financiamiento multilateral, los altos costos de endeudamiento debidos a las limitadas fuentes de financiamiento seguirán siendo un riesgo clave para la sostenibilidad de la deuda pública salvadoreña, advierte Fitch Ratings

2024-08-23

Por revistaeyn.com

Las últimas conversaciones de El Salvador con el FMI parecen haber hecho más probable un programa, pero siguen existiendo obstáculos significativos para asegurar el financiamiento del FMI, dice Fitch Ratings.

El 6 de agosto, el FMI declaró que las discusiones recientes habían mostrado "progresos... hacia un programa respaldado por el Fondo", pero señaló que se necesitan "discusiones adicionales", particularmente en lo que respecta a los riesgos de Bitcoin.

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La calificación soberana 'CCC+' de El Salvador, afirmada el 30 de abril, está limitada por déficits fiscales persistentes y capacidad de financiamiento limitada, entre otros factores. Los avances en el desbloqueo de fuentes de financiamiento adicionales, como un programa del FMI, que probablemente estaría acompañado de otro tipo de financiamiento multilateral y podrían apuntalar el acceso a los mercados, es una sensibilidad positiva.

La emisión externa de US$1.000 millones en dos partes del soberano en abril alivió las restricciones de financiamiento, reduciendo significativamente las amortizaciones externas hasta 2027 al financiar recompras de deuda y cerrando la brecha de financiamiento del presupuesto de 2024. Un canje de deuda como parte de la reciente reforma de las pensiones redujo aún más las necesidades de financiación en un 0,5 % del PIB.

DEUDA PÚBLICA

"Creemos que el gobierno seguirá financiando su presupuesto en el corto plazo a través del mercado de deuda local", dice la agencia.

Sin embargo, el coste de la emisión de abril, con un fuerte descuento en el precio y un cupón del 9,5 % que se traduce en una rentabilidad del 12 % para el bono tradicional, pone de manifiesto "la incertidumbre en torno a la disponibilidad de financiación en el mercado". La emisión también comprendió un bono de solo interés con un cupón del 0,25 %, que se elevó al 4 % en función de los factores desencadenantes de la "prueba macro", como aceptar un programa del FMI.

La prueba macro incentiva al gobierno a llegar a un acuerdo con el FMI para evitar pagos de intereses más altos. El ajuste fiscal previsto es consistente con la última revisión de calificación de Fitch, que indicó que un programa potencial requeriría un ajuste de 3 %-4 % del PIB para garantizar la sostenibilidad de la deuda pública.

FACTOR BITCOIN

Sin embargo, "las perspectivas de un programa siguen siendo inciertas, en parte debido a las preocupaciones del FMI sobre los riesgos para la estabilidad financiera que podrían derivarse de la adopción de bitcoin como moneda de curso legal en 2021". La declaración de agosto del FMI indicó que había "un reconocimiento conjunto de que se necesitan más esfuerzos" en esta área. Mucho dependerá de la respuesta del presidente Nayib Bukele a las preocupaciones del FMI tras su aplastante reelección en febrero.

Los pronósticos macroeconómicos y fiscales de Fitch no asumen que se llegará a un acuerdo sobre un programa del FMI. "Prevemos que la deuda de las administraciones públicas/PIB subirá hasta el 86,5 % del PIB en 2026, frente al 84,9 % del año pasado", indican. Reemplazar el financiamiento de la deuda local por el FMI podría mejorar los costos de endeudamiento y el perfil y la trayectoria de la deuda del gobierno. Sin el FMI u otro financiamiento multilateral, los altos costos de endeudamiento debidos a las limitadas fuentes de financiamiento seguirán siendo un riesgo clave para la sostenibilidad de la deuda pública, al igual que la incapacidad de mejorar el saldo del presupuesto primario.

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El ajuste fiscal focalizado en el marco de un programa podría resultar difícil. Estiman que el déficit de las administraciones públicas aumentó hasta el 4,7 % del PIB en 2023 desde el 2,6% de 2022, incluyendo nuestra estimación del déficit de las pensiones que ya no se incluye en los datos oficiales. Esta ampliación fue impulsada principalmente por un fuerte aumento de la inversión pública y el gasto acumulado en los fondos de pensiones relacionado con el canje de deuda de la reforma de pensiones de 2017.

Se prevé que el déficit se reduzca al 3,9 % en 2024 y al 3,4 % en 2025 a medida que se liquiden los pagos relacionados con las pensiones. Sin embargo, "el aumento de los gastos salariales y el deseo del gobierno de mantener un alto gasto de capital pueden limitar su capacidad para reducir significativamente el déficit".

Un programa podría fortalecer el perfil crediticio soberano de El Salvador si se tradujera en mejoras en los indicadores de gobernanza. Sin embargo, llegar a un acuerdo puede ser un reto debido a la disminución de estos indicadores en los últimos años.

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