Por revistaeyn.com
El Gobierno de Brasil decidió expulsar a la embajadora de Nicaragua, Fulvia Patricia Castro Matus, en “reciprocidad” a una medida similar adoptada por las autoridades de Managua con el representante brasileño, confirmaron fuentes oficiales.
La decisión fue adoptada después de que el régimen de Daniel Ortega expulsó de Nicaragua al embajador brasileño, Breno Souza da Costa, justificada con la ausencia del diplomático el pasado 19 de julio en los actos conmemorativos del 45 aniversario de la revolución sandinista.
Se conoció que el diplomático brasileño recibió la orden de abandonar Nicaragua hace dos semanas.
RELACIONES TENSAS
La relación entre Ortega y Lula se encuentra en su momento más bajo tras la expulsión de los representantes de ambos países; sin embargo, es un corte que venía mostrándose progresivamente.
Como figuras de izquierda, Ortega y Lula mantuvieron estrecha relación desde la década de los años 80, según el mismo mandatario brasileño contó. El 29 de octubre de 2002, cuando Luiz Inácio Lula da Silva ganó las elecciones presidenciales, Ortega mismo lo llamó para felicitarlo.
El pasado 22 de julio, Lula contó que Ortega no le responde al teléfono luego que el papa Francisco le pidió en junio de 2023 que conversara con el dictador nicaragüense sobre el obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, quien permanecía en prisión desde agosto de 2022.
“Lo concreto es que Ortega no me atendió el teléfono y no quiso hablar conmigo. Entonces, nunca más hablé con él”, dijo Lula da Silva.
Lula asumió su primer mandato el 1 de enero de 2003 y se reeligió por un segundo período entre el 1 de enero de 2007 y el 1 de enero de 2011. Su tercer mandato (y vigente) comenzó el 1 de enero de 2023 y concluirá el 1 de enero de 2027.
Con información de La Prensa
