Liderazgo sostenible: centroamericanas que impulsan proyectos innovadores por el futuro del planeta

Por Ingrid Roldán - revistaeyn.com / Fotos Álvaro Landaverry, Especialista de Comunicación y Medios de AGEXPORT.

La idea no es solo ser amigable con el medio ambiente, es dejar una huella positiva en el planeta y sus habitantes. Esa es la conclusión a la que se llegó tras escuchar a tres profesionales centroamericanas, que se enfocan en la sostenibilidad, en el evento Mujeres Desafiantes de Centroamérica 2024.

Cada una de las participantes en el panel “Mujeres líderes por la sostenibilidad y de alta confianza en Centroamérica”, compartieron sus experiencias al liderar innovadores proyectos.

Las invitadas fueron Eleonora Gutiérrez (El Salvador), cofundadora de Meraki Sifontes & Gutiérrez; Andrea Monge (Guatemala), gerente de responsabilidad social empresarial de INGRUP; y María Pacheco (Guatemala), presidenta de Wakami Global.

Participó como moderadora Lorena Bin (Guatemala) gerente de consultoría en Pizzolante, experta en neuromarketing, marketing sensorial y Neurociencia, quien nos presentó los resultados del especial Confianza, trabajado por E&N y Datos Group, que contó con el análisis de resultados desde Pizzolante.

El panel comenzó con la idea de tres aspectos que se toman en cuenta en el tema de sostenibilidad: cómo, qué y para quién que se transforma en lo que eres, haces y entregas.

Eleonora, quien impulsa la construcción sostenible y responsable, compartió que algo que siempre tuvo muy claro era estudiar arquitectura, pero quería integrar algo de sostenibilidad. Comenzó a escuchar de construcciones sostenibles y se formó en el área.

“La construcción es una industria muy grande y es responsable de muchos efectos al planeta”, comentó, apuntando que “la sostenibilidad no es solo una palabra de moda”, sino que de acción. Hizo referencia a energía eficiente, mejorar la calidad de vida de las personas.

“Como arquitectos somos responsables de los espacios donde las personas pasan buena parte de su vida”. Es innegable que los efectos de cambio climático es una realidad que estamos viviendo y es por ello que se tiene que trabajar para poder ser más responsables con el medio ambiente y a las personas que viven o trabajan en estas edificaciones.

Igualmente, la profesional salvadoreña, hizo referencia a que se deben evaluar las condiciones climáticas de nuestros países y las posibilidades de crear estrategias arquitectónicas sostenibles.

“El estar ubicados en el trópico de Centroamérica afectan las condiciones climáticas. Una estrategia es la protección solar, la eficiencia energética es fundamental, están bien los paneles solares, pero es más importante electrodomésticos eficientes”, comentó.

El uso del agua, accesorios de bajo consumo y procurar un tratamiento de aguas, “tenemos la oportunidad de recolectar el agua de lluvia y reusarla”.

Andrea Monge, quien trabajó durante 10 años en servicio al cliente, cambió su rumbo profesional, ya que en 2010 tuvo la oportunidad de entrar al área de empaques donde conoció la unidad de reciclaje, que la empresa tenía desde 1995.

De esa manera entró a ver temas de reciclaje- un tema que la organización tenía contemplada desde 1974- cuando creó unidad de empaques con la idea de hacer empaques amigables.

“Nos vimos en la posibilidad de crear el departamento de responsabilidad social de empaques. Nos dedicamos mucho al reciclaje de plástico y nos hemos enfocado en empaques sostenibles”, destacó en la participación del evento de E&N, que tuvo como aliado a Agexport.

Monge, comentó que en 2007, INGRUP creó un proyecto que les enorgullece que se llama Juguemos Limpio donde las mujeres recolectan plástico y, a cambio, reciben insumos. Tiene más de 700 voluntarias. Las cifras de envases plásticos que utiliza la población son muy altas y es por eso que se hace importante reducir los envases innecesarios.

Con la empresa recolectan envases usados y eso les permite generar nuevos envases, se enfocan en educación ambiental en lugares donde tienen plantas, innovar y garantizar el reciclaje.

Hoy utilizan resina reciclada en sus envases. De enero a la fecha llevan millones de envases reciclados. Las cajas transportadoras tienen ya un 50 % de material reciclado.

María Pacheco compartió cómo el sueño de Wakami se ha traducido en beneficio para las familias que integran este proyecto. “Wakami empieza con la combinación de un sueño y una pesadilla”, apuntó, explicando que es un sueño por el cambio en un país con muchas dificultades que afectan su desarrollo; pero una pesadilla porque las madres no tenían ingresos y no les daban alimentos.

Ella, como estudiante de biología tuvo la oportunidad del ir a las comunidades y conocer su realidad. “Lo que me tocaba el corazón era ver a las mamás que no tenían recursos y se murieron muchos niños", recordó.

Esa dura realidad la llevó a plantearse nuevas opciones. “Le pregunté a las mujeres qué podía hacer y ellas dijeron que si yo vendía lo que ellas producían eso las ayudaba”. Entonces, vimos que tenía que ser un producto de calidad y así surgen las pulseras, que tienen demanda a nivel mundial. "Nos llamaron la empresa de las pulseritas y con mucho orgullo", apuntó.

Lucrecia de González, presidenta del sector Hecho a Mano de Agexport, llevó a Wakami a la feria de Nueva York lo que les abrió un mercado internacional importante.

Hoy, además de las pulseras, Wakami hace ropa y otros productos. Están por lanzar Wakami Coffee.

¿Cómo medís el éxito? Con los resultados, apuntó. “Los hijos de las mujeres que participan tienen índices mejores a que los del resto del país, sus hijos han tenido acceso a la educación y a cambiar su futuro con esperanza”, afirmó Pacheco.

Wakami tiene 20 años de existencia. “Un sueño individual es fuerte, pero un sueño colectivo no lo para nadie”, asegura.

María Pacheco habla de un aspecto importante: ¿Cómo se construye esta confianza? “Una de las bases de la confianza es estar allí seguido, lo que genera confianza es llegar, llegar y escuchar qué quieren”. Hace referencia a generar productos lindos para los clientes pero que tengan el impacto social.

Pacheco habló de economía circular y cómo los productos están cambiando la realidad. “La relaciones de confianza son a largo plazo, son 20 años de trabajo en las comunidades, sus hijos ya están en la universidad. Hacer lo que piensas y lo que dices”.

Gutiérrez se refierió a las nuevas generaciones. Si una joven quiere entrar en ese mundo debe estar en constante formación, la sostenibilidad está alineada con la innovación, aprender a ver las empresas que lo están haciendo bien, ser curiosas, abrir el espacio a los jóvenes. Adquirir un compromiso real con el planeta, dejar huella sostenible, qué puedo empezar a hacer yo.

Para Monge, la centroamericana que busca abrirse camino en la industria debe dar el primer paso: formarse, estudiar, prepararse, informarse, mantenerse al tanto de las tendencias, comunicarse con instituciones, en una palabra, involucrarse, construir una red de apoyo y tener mentores.

Pacheco destaca cómo con estas redes de mujeres ganamos mucho, a través de ellas está bien ser diferentes. El impacto en las comunidades ha sido grande, pero también para ella ha sido algo importante. “Celebrando y pensando juntas”, dice, “necesitamos unas de otras”.